Uno de los errores más comunes es esperar que la inspiración y la creatividad nos lleguen a las 9:00 am mientras estamos sentados frente a la computadora con una hoja en blanco abierta; NO, el proceso creativo empieza desde mucho antes, desde que nos planteamos la estrategia de nuestro negocio.
Leer Creatividad estrategia: un solo concepto.
Luego, la creatividad va alimentándose con lo que vivimos en el día a día, lo que consumimos, con las conversaciones que tenemos, las historias que nos llegan, las críticas y las retroalimentaciones. Todo se convierte en semillas de grandes ideas, porque cuando sabemos hacia donde queremos llegar se nos despierta una sensibilidad muy fuerte, todo lo que sucede a nuestro alrededor lo empezamos a leer en coordenadas que nos llevan a nuestro objetivo.
El trabajo es el hacer crecer esas semillas y que para eso te propongo un método:
1.- Sistema de descargo destina un lugar físico donde puedas colocar todas y cada una de las semillas que llegan a ti, sácalas de tu cabeza. Puedes tener un blog de notas en tu celular, un archivo en drive, un cuaderno o un chat contigo mismo en WhatsApp. La idea es que tengas en un espacio, todos los temas, palabras, imágenes, frases, audios o videos que te han inspirado; todo en un solo sitio.
2.- Conecta Construye tu propia categorización, tratando de agrupar todos los recursos en pocos temas. Y comienza a trabajar con el tema donde encuentres más recursos.
3.- Crea Ahora sí te puedes sentar frente al computador con tu hoja en blanco, y te darás cuenta de que no comienzas desde 0.
4.- No termines No es realmente un paso, sino una recomendación. Empieza sin tener la expectativa de tener que terminarlo, haz un pare y retómalo 24 horas después, porque el mejor amigo del bloqueo es la presión, por eso debes tratar de eliminarla.
Este método te va a ayudar a reducir significativamente el bloqueo creativo, y practica. Entre más veces lo hagas, más rápido las ideas fluirán; deja que la creatividad se te vuelva un hábito.
Si bien los bloqueos son inofensivos porque se pueden salir de ellos, lo peligroso puede ser el no saber gestionar esa frustración y comiences a dudar de tus capacidades y potencial. ¡NO LO PERMITAS!
Sylvia Plath, “el peor enemigo de la creatividad es la duda”.